El blog de javier martin

Quizás esta frase en una canción de "El Último de la Fila" pueda quedar muy bonita, de hecho, a mí me gusta mucho.

Lo que no me gusta tanto, queridos amigos, es que para nuestros políticos e incluso para los medios de comunicación se quiera convertir en el futuro de la juventud española.

Me explico:

Parece ser que los políticos se han dado cuenta de que tienen un enorme forúnculo en el trasero que apenas les deja pegar ojo, que no es otra cosa que la tasa de paro juvenil que hay en nuestra querida España. Y qué se les ocurre pensar en sus poltronas? Pues, simplemente intentar hacerles ver de que no tienen cabida ni futuro en su Patria, que es España.

Es por ello que tanto en los medios de comunicación, como en los estamentos políticos, dejan entrever sin ningún tipo de vergüenza que su futuro está fuera de España.

Muchos de ellos, por desgracia, harán las maletas y se irán; convencidos de que este es un País sin futuro y sin oportunidades para los jóvenes. Cosa que hará frotarse las manos a la clase política, que verá como el forúnculo se alivia un poco.

Otros muchos pasarán a ser objetos subversivos llamados a las "filas de la insurrección", como también diría Manolo García...

Pero lo peor de todo esto es que no se dé cuenta esta clase política de que el futuro está en ellos.

Si los productores jóvenes tienen que emigrar a otros países, dejarán de aportar beneficios al Estado, ya que lo harán en los países receptores, con lo que de aquí a largo plazo aumentará el problema del Estado para poder hacer frente a las jubilaciones venideras.

Pero al político le importa tres pepinos, porque eso, la jubilación, no es un tema que a él le preocupa. Lo importante para ellos es que en Europa la tasa de paro juvenil española descienda del 45% a la mínima cota posible.

Si se dedicaran a lo suyo, y tuvieran dignidad, y de vez en cuando repasaran la Constitución, se darían cuenta de que el Estado, y por ende, los Poderes Públicos han de velar para que todo español pueda tener acceso a un trabajo y una vivenda dignos, pero es más fácil para ellos menoscavar las esperanzas juveniles y esperar que se hagan el petate y emigren.

Movimientos migratorios ha habido desde que el mundo es mundo, pero no "por imperativo legal".

Veremos cuánto tardamos en llegar a los 6 millones.

Un saludo.

Javier Martín