Queridos amigos: En primer lugar quiero pedir disculpas a todos los amantes de la dramaturgia esperpéntica, así como a los descendientes y a la memoria de D. Ramón María del Valle Inclán al comparar la situación del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga con un esperpento. Pero es que no es para menos.
Os pongo en situación:
El pasado sábado 31 de Marzo tuve una hemorragia pulmonar (hemoptisis) que me hizo acudir de urgencia a mi centro de salud; de aquí me derivaron al hospital para realizarme las pruebas pertinentes para saber el por qué de dicha hemorragia.
Y aquí comienza el esperpento...
Para que se os haga más ameno os lo relato como si fuera un diario.
31/03/12...Día 0:
A este día le denomino 0 ya que no me dejaron ingresado.
En la sala de urgencias lo único que se podía apreciar era una falta de coordinación total. Los médicos jugaban al gato y al ratón entrando de consulta en consulta sin atender a nadie, y lo que es peor, sin hacer nada.
Al cabo de una hora, o algo así, empezaron a hacerme análisis (sangre, electrocardiograma, esputos, tensión alterial...)
A las dos horas o así, el médico me informó que veía correctos los análisis, pero que esperara al neumólogo para confirmar los mismos, y que este me atendería en 15 minutos.
Una hora después bajó a verme (jugaba el Real Madrid), y me dijo que volviera el lunes 2 de Abril para ingresar en el hospital, ya que en ese momento no disponían de camas, para realizarme un scáner y una broncoscopia...
02/04/12...Día 1:
A las 9:30 a.m. me presenté en admisión de urgencias para mi ingreso. Cuál fue mi sorpresa cuando me dijeron que aún no había camas y que debía de esperar en la sala de espera.
El caos que pude observar no tiene parangón con nada que haya visto nunca en un centro hospitalario.
Para empezar, una legión de hormigas caminaba en fila por el poyete de las ventanas y ya habían hecho surco en el mármol.
Los enfermeros estaban apostados detrás del mostrador, como en esos bares vacíos en que no entra nadie, sin hacer nada... Pero la sala estaba llena de pacientes.
Los propios acompañantes de los pacientes debían de empujar las sillas de ruedas, ya que los celadores no lo hacían.
De vez en cuando se inventaban un nombre: -¡Fulano de tal!-... y nadie respondía. ¿Cómo van a llamar a alguien que no responde?
Un misterio.
A las 3 horas llamaron a un señor un poco sordo que estaba a mi lado, éste dió un salto y se puso en pie... -pero, ¿dónde se ha metido, que llevo toda la mañana llamándole?- dijo la enfermera.
Mentira, a este hombre nadie le llamó porque yo estaba a su lado y eso no ocurrió. Todo fue para decirle que no se moviera de allí y que en breve vendría a verle la doctora.
A parte de esto, un sin fin de camillas con pacientes quejumbrosos atestaba la sala.
Un señor francés o belga llamado André de Velt, o algo así, después de 5 ó 6 horas fue dado de alta. Pues bien, a los veinte minutos de esto, el mismo celador que le había llevado hasta la calle, volvió preguntando por él. Y yo le dije: -" Pero si hace al menos 20 minutos que le has llevado con su familia fuera ya que tenía el alta"-. Asintió con la cabeza y se fue.
Caos total. Coordinación nula. Paciencia agotada.
A las 9 de la noche, tras 11 horas de espera, me subieron a planta.
El compañero de habitación me dijo que mi cama estaba libre desde las 10 de la mañana...
03/04/12... Día 2:
A las 8:00 a.m. nos despertaron, ya que mi compañero iba a ser operado de páncreas (no os he dicho que me ubicaron en digestivo en vez de en neumología ya que no había camas).
A media mañana vino un doctor para confirmarme que al día siguiente me harían la broncoscopia y para que le firmara la autorización para realizar la misma. Se la firmé, como es natural.
Imaginaos lo bien que funciona el operativo de este hospital, que a la hora de la comida trajeron la comida para mí y para mi compañero ( que ya debía de estar en la U.C.I. después de su operación de páncreas).
A las 6:00 de la tarde vinieron a cambiarle las sondas.
Evidentemente, al no verle en planta, la enfermera se fue con las bolsas a otra parte.
A limpiar la habitación, vinieron cuando quisieron...
04/04/12... Día 3:
Como debía permanecer en ayunas ya que me iban a realizar la broncoscopia, no probé bocado. Si bien no entiendo a qué me llevaron el desayuno (como sobra, estamos que lo tiramos); cosas del operativo, que funciona muy bien.
Cuando me bajaron para realizar la prueba, tuve que hacer una nueva autorización, ya que le entregué el día antes al doctor se había perdido.
Aparte de esto, como había bebido un poquito de agua para tragar una pastilla, me dijeron que la prueba se postponía dos horas, (a mí nadie me avisó que no podía beber un poco de agua).
Yo le dije al muchacho que me iba a hacer la prueba, que para no perder el tiempo, me hicieran el scáner. Éste llamo a la zona de RX y le comunicaron de que ellos no tenían noticia de que a mí se me fuera a realizar tal scáner...(de nuevo el caos).
A las dos horas me hicieron la broncoscopia y me subieron a mi habitación.
Al poco tiempo, me cambiaron al ala de neumología y pasé a una nueva habitación.
Allí me encontré solo, ya que al compañero de habitación, le habían dado permiso de fin de semana (de miércoles a domingo).
Como si sobraran camas en los hospitales españoles para dejar una cama vacía durante 5 días.
Como el operativo seguía funcionando en perfecto estado, a la hora de la comida, de la merienda y de la cena, trajeron comida para dos...
A limpiar, seguían viniendo cuando les apetecía.
05/04/12 y siguientes:
El caos siguió presente en estos días. La comida duplicada cada vez que tocaba, venían a hacer la cama de mi compañero sin que este estuviese, ningún doctor se dignaba a visitarme (como era Semana Santa...)
En fin, si no fuera por la familia y por la t.v. la indignación se habría apoderado de mí. ¡Si yo sólo he venido a hacerme 2 pruebas!
08/04/12...Día 7:
En este día el caos siguió, lo único digno de mención es que el R. Madrid empató con el Valencia y que mi compañero de habitación regresó.
Todo un personaje: Gitano, 63 años, con cáncer de pulmón, quejumbroso, pero buena gente...
09/04/12...Día 8:
Mis ilusiones se reactivaron al presuponer que, como ya había terminado la Semana Santa, el operativo hospitalario estaría al 100%... ¡Craso error!
La dinámica era la misma. La actitud similar.
-Si yo sólo he venido a hacerme dos pruebas, y estoy ocupando una cama un montón de días, con lo que esto le cuesta al Estado- le comentaba a una enfermera.
Pero nada...
El tiempo pasaba y ningún doctor se dignaba a pasar por mi habitación.
10/04/12... Día 9:
Por fin la doctora Avisbal vino a verme y me transmitió que al día siguiente me harían la preba del scáner. ¡Hombre, por fin se veía la luz al final del túnel!
Todo siguió igual de caótico pero yo me sentía pleno de satisfacción al ver que mi estancia en el hospital llegaba a su fin.
Mi compañero se vestía con ropa de calle y se iba a merendar y fumar con su mujer al exterior del hospital... Nadie le ponía pegas.
La limpieza y la comida, seguían de igual manera...
11/04/12...Día 10:
A las 8:30 me llevaron a Rx para realizarme el scáner. La prueba duró 10 minutos o menos.
Si a este tiempo le sumamos los 20 minutos que duró el broncoscopia, resulta que llevaba 10 días ingresado para dos pruebas que se realizan en 30 minutos.
Al final de la mañana vino un doctor a verme ya que la doctora Avisbal estaba de consulta y me dijo que él no había visto el resultado del scáner y que no me podía decir nada. Lo único que me aseguró es que el Real Madrid perdería con el Atlético de Madrid (menudo gilipollas).
El caos de limpieza y de comida continuó, así como las escapadas a la calle de mi compañero de habitación...
12/04/12...Día 11 y último:
Por fin salía del hospital...
La doctora me comunicó que había visto el scáner y que lo observado por ella permitía que me dieran el alta.
Me quitaron la vía que tenía en el brazo, me duché, me vestí de civil y a las 13:30, tras despedirme de mi compañero de habitación y de su familia me fuí a mi casa con mi mujer.
Conclusión:
La única conclusión que he podido sacar de mi estancia en el Hospital Clínico Universitario Vírgen de la Victoria de Málaga es que la sanidad pública no funciona con efectividad en lo más mínimo.
La comida y la cena son devueltas a la cocina tal y como salen de ésta, y si no fuera por las viandas que me traía mi mujer de casa o de la calle habría perdido lo menos 5 kilos.
Que pongan un servicio de catering; lo que no se puede consentir es que se tire a la basura diariamente tantísimo dinero en comida.
Si esto se lo planteara la consejera de salud Mª Jesús Montero, y, por ende el Sr. Griñan, seguramente no habría que hacer otro tipo de recortes en sanidad, pero es mejor sacar a concurso la gestión de prácticas abortivas en los hospitales andaluces y "chitón".
Evidentemente esto no es la Clínica Universidad de Navarra, que en 50 años es referente mundial en gestión, tratamiento y eficacia dentro de la sanidad.
Ah, claro! Está la fundó Escrivá de Balaguer. El Coco!!
Un saludo.
Javier Martín