El blog de javier martin

Esta, amigos, es la impresión que me causó el martes ver como se sucedieron los acontecimientos en el Congreso y en los aledaños al mismo.

La actuación policial me recordó a mis años mozos cuando, al volver del colegio, había alguna manifestación en la Plaza de la Universidad y los "grises" daban hostias a mansalva a niños como yo (de 7 ó 8 años), a jóvenes, a señoras y a ancianos por el mero hecho de pasar por allí.

Pero esos tiempos, por suerte, se acabaron... hasta el martes.

No puedo entender, en absoluto, que para una manifestación a la que acudieron 6.000 personas (fuentes del Gobierno) hubiera un despliegue policial de más de 1.300 agentes, esto es: había un agente por cada 4,7 manifestante. En cambio, para un partido de alto riesgo, donde se congregan 60 ó 70.000 personas (y aquí sí que hay un gran número con ganas de gresca) la Delegación del Gobierno mande 300 ó 400 agentes.

Pero lo que no puedo entender aún más es que la Sra. Cifuentes, y el Ministro de Interior, halaguen y acepten dicha intervención policial.

No me sirve con que digan que de esta manera se preserva y protege la casa de la Democracia.

Para mí, en un sistema democrático y social de derecho, como en el que nos están haciendo creer que vivimos, el individuo y la colectividad tienen derecho a manifestarse pública y libremente.

El que se encontraran en la manifestación grupos de radicales antisistema, no justifica la actuación policial tan desmesurada; porque, en vista de las imágenes, los únicos que se han llevado palos son los de siempre: gente mayor, estudiantes (sobre todo chicas), y algún extranjero que pasaba por allí.

Lo que la Sra. Cifuentes y el Ministro de Interior no se paran a pensar es que para que la gente acudiese a dicha concentración, muchos han tenido que pedir el dinero prestado para poder ir a Madrid porque llevan tres o cuatro años en paro y sin ningún subsidio. Lo que la Sra. Cifuentes y el resto del Gobierno quieren ignorar es que estamos hasta los cojones de que no escuchemos nada más que corruptelas, desfalcos, prevaricaciones, cohechos y demás delitos por parte de la clase política y que queden completamente impunes.

Lo que la Sra. Cifuentes y el resto de políticos no quieren ver es que en España haya una tasa de paro cercana al 30% y que no quieran, no sepan o, simplemente, nos les apetezca hacer nada al respecto (¡que se jodan como decía la diputada, que ni es "di" ni es"da").

Lo que a toda esta casta política les importa "un huevo" es que el 60% de los estudiantes no tengan futuro, y si lo tienen sea en el extranjero... ¡Que inventen ellos...!

Lo que a la Sra. Cifuentes y al resto de políticos les toca las pelotas es que quien tiene una persona dependiente a su cargo deje de percibir ayudas; los problemas en educación, en sanidad, en investigación, las pensiones, etc, etc...

A éstos lo que les preocupó el martes fue hacer acopio de jamón de bellota 5 jotas, buen queso y buenos Riberas y Riojas por si la noche se hacía más o menos larga. Ah!! y que no falte el Cardhú y el Tanqueray, que para eso sus Señorías sí que tienen el paladar bien afinado.

Pero la concentración del martes va mucho más allá de la Sra. Cifuentes y de la casta política. El pueblo es el Soberano, no estos mastuerzos que dentro de tres años no serán recordados más que como lo que son, una banda de chorizos sin escrúpulos que sólo quieren medrar a costa de los demás.

Toda acción conlleva una reacción...

...Sólo hay que esperar.

Un saludo.

Javier Martín.